El agua es el mejor líquido que podemos beber porque, concretamente, es parte de nuestro cuerpo e imprescindible para vivir, pero para quienes no pueden beber otra cosa que refrescos y sólo ingieren pequeños tragos de agua, te daremos unos sencillos trucos para consumir más agua y así, poco a poco, convertir a ésta en la bebida principal de nuestra alimentación diaria.

1. Mitad y mitad

En un principio puedes consumir un vaso de tu bebida preferida y a continuación un vaso de agua, ésto te ayudará a ir incorporando de a poco el agua en tu rutina diaria.

2. Planifica

Para controlar tu ingesta de líquidos siempre es buena estrategia tener todo aquello que planeas consumir durante el día dividido en pequeñas tomas de 250 a 500 ml. Puedes establecer cuantas raciones de agua consumiras y en que momentos del día, o bien ponerte el reto de consumir la mitad de la cantidad total antes del medio día y, la segunda cantidad, durante la tarde antes de la hora de dormir.

3. Hazlo en el trabajo

Consumir gua durante el trabajo siempre es buena idea pues oxigena tu cerebro y refresca tu cuerpo, proporcionadote nuevas energías y liberandote del estres. Intenta reemplazar una de las tazas de café que consumes por un vaso de agua fresca o bien intercalar una taza de agua entre tu rutina de líquidos en la oficina. Esto también te ayuduará a mantener la salud de tus riñones y, la hacerte moverte para ir al baño, evitar que aumentes de peso.

4. Lleva tu botella

Salir a dónde sea con una botella de agua fresca siempre es buena opción porque a medida que te trasladas, caminas o haces compras, puedes beber su contenido y así cumplir con tu cuota de agua durante el día.

5. Añádele un twist de sabor

Si te cuesta trabajo acistumbrarte al gusto insaboro del agua puedes añadirle unas rodajas de tu fruta favorita, a modo de infusión, o bien exprimirle el jugo de un limón o una naranja, cuidando siempre no endulzarla o, de hacerlo, utilizar un endulzante natural: azucar morena, miel, stevia, de lo contrario en lugar de beneficiarte solos será una fuente más de azucares inecesarios para tu cuerpo.

6. Establece horarios y rutinas

Tal como si fuera tu medicina, puedes usar horas típicas del día para proponerte tomar un vaso de agua. Por ejemplo, al levantarme, antes de las comidas principales, antes de ir a dormir, entre otros momentos que no usabas pero ahora, pueden servirte para lograr una correcta hidratación.